La roja del tenis

Aquí están las butacas vacías aún. Este fin de semana comienza la Copa Davis en Coquimbo esperando que Chile se enfrente a la República Checa. Por primera vez desde 1976 nuestro país no llegaba a semifinales y lo más cerca que estuvo fueron los cuartos de final con Australia en 1982 y Estados Unidos en el 2006.
Ahora es la oportunidad de estar entre los cuatro primeros del mundo en Tenis... y el público no prende.
Hasta ayer las entradas vendidas eran las mínimas. No se ve el entusiasmo, tan distinto al desplegado con la selección en el Mundial de fútbol.
Faltan apoyos, de los mismos medios de prensa, de entusiasmar, de llamar a apoyar a esta otra selección.
Pero la gente no engancha. Faltan figuras como Fernando Gonzalez y el checo Tomas Berdych, quien fue derrotado por el español Rafael Nadal en la final de Wimbledon. Ambos lesionados, no jugarán.
El público continúa pegado al asiento, al mando y al televisor. Sudáfrica, el pulpo Paul y la cancha de pasto son más importantes que llenar un cupo entre las butacas, sacar la bandera y gritar por Chile, ante una roja tenística que esta vez si puede sorprender y tiene la oportunidad de pasar a las finales.
Esta vez, el fútbol y pese a que nuestra selección se encuentra en casa, sigue siendo más importante.
Veo por los pasillos y en los entrenamientos a un Paul Capdeville y a un Jorge Aguilar que van entusiasmados. No son primeras figuras, tampoco los jovencitos que han aparecido tímidos vistiendo la camiseta roja, pero van con esos ojos que muestran la ilusión y el orgullo de estar en la selección. Nicolás Massú ya está acostumbrado a estas lides y quizás por eso su silueta no transmite novedad, pero queda la impotente sensación que detrás de tanto esfuerzo, no suceda algo que haga enganchar al aficionado. Ese que grita entusiasmado, el que apoya con bandera en mano y que marca presencia moral para quienes están en la cancha.
Los triunfos acercan a la gente, despierta sonrisas, palmadas en los hombros, abrazos espontáneos... eso vive España, teñida de rojo y amarillo...
Aquí está el letargo y me asombra. me rebela, porque creo que hay que apoyar a estos otros chilenos, a esta otra roja, pero la roja del tenis.