miércoles, 23 de junio de 2010

Los hijos


Sí, es dificil templar los nervios, pero fíjate en las dos maravillosas fotos que has publicados.Eso sí que calma el espíritu...ZEN...Hay días mejor que otros, desde luego..
Hoy quiero compartir un escrito que no es mío, pero ojalá lo fuera porque lo comparto de principio a fin y es tan bonito...

Los hijos


“Ellos, con sus peculiaridades, sus locuras, sus ternuras y sus iras, lo son todo, lo llenan todo. Y todo cuanto vivo o no vivo por ellos merece la pena. Lo es todo su risa, su alegría, su ventura. Sus llantos y desasosiegos son un dolor agudo en el centro de mi alma, una inquietud difícil de digerir, que me agita convirtiéndome en una fiera dispuesta a dar todo por ellos, hasta la vida. No hay desvelo que pueda con la determinación de cuidarles, de velar por ellos y sus sueños.¡Esto es amor! La más certera manifestación del amor que conozco. Todo lo demás es otra cosa. Da igual que se porten mejor o peor, que tengan un día brillante o torpón, que estén taciturnos o alegres, secos o cariñosos, que te exasperen o te fascinen con sus defectos y sus virtudes.

Ser padre es una ocupación de 24 horas al día, desde el día que llegan a este planeta hasta la eternidad, una perpetua forja de cariño, la fusión de toda tu locura y sentido común.

Ser padre es la tarea más dura que conozco, sin duda, la más empeñativa, la que más compromiso precisa, y sensatez, y cordura…Un dulce servidumbre cargada de responsabilidades y sacrificios, de sinsabores, y preocupaciones, de felicidad y ternuras inmensas. Tribulaciones eternas y de todo tipo. También el peso y el estímulo de verles crecer, la alegría y la tristeza de saber y notar que se alejan de la infancia, y de nosotros, a velocidad de vértigo.

Es tan maravilloso todo el proceso, tan asombroso, tan turbador.

Ser padre te hace sentir el verdadero pulso de la vida, te muestra la auténtica dimensión de los días, las semanas, los meses y los años, mientras avanzas veloz y aturdido por una vida que ya no es tuya, que ya sólo les pertenece a ellos”.

El texto es de David Cantero, un famoso presentador de televisión, y se titula `Mis hijos´. Me parece emotivo y certero a partes iguales. Y me encanta que sea un hombre quién lo plasme así, tan gráfico, el amor incondicional… y es que padre…no hay más que uno. Felicidades a David, y todos los padres comprometidos con sus hijos. Que, por suerte, son muchos.

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