jueves, 9 de septiembre de 2010

Propósitos en la vuelta al cole


Quienes me conocéis no desconocéis que uno de los temas que más me gusta, y me preocupa, es el de la maternidad. Ser madre fue un milagro extraordinario y cada día lo agradezco mil veces. Es lo más satisfactorio y a la vez lo que más quebraderos de cabeza da, por experiencia propia y ajena. Siempre, cada día, en las pequeñas cosas, tienes miedo de hacerlo mal.

Ante la falta de disciplina de los niños de hoy, y el exceso de mimo, el regreso al cole es un poco un alivio para los padres, pero no deberíamos dejarlo todo en manos de los profesores. Soy de las que piensa,-aunque luego a veces sea muy blanda- que para educar con amor no basta. Necesitan un poco más de disciplina y autoridad, sin caer en el ordeno y mando de antaño.

He de confesar que muchas veces he terminado cediendo así es que no puedo dar lecciones de nada, pero al comienzo de este nuevo curso trataré de poner algunas normas, pocas, pero estrictas, porque los niños son muy inteligentes e insistentes.

Me gustan las dos herramientas educativas que aconseja José Antonio Marina, sociólogo: la ternura, acogimiento sin límites, y la exigencia.

Por eso, en su primer día de cole, los padres debemos ponernos el deber de no olvidar que el cariño no ha de ser ciego.

No quisiera hacerlo mal, porque disciplina significa enseñar, no castigar.

Y la enseñanza, al final, también tiene que darse en casa.

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