Hace apenas una semana Carlos llegó del cole y no sé por qué me pidió su disfraz de indio. No dejó de darme la lata hasta que se lo rescaté del fondo del armario y se atavió de sioux, con la pluma y todo. Estuvo así media hora viendo los dibujos en la tele. Quería salir de esa guisa a la calle a jugar. Al final, lo convencí de que se lo quitara porque con 30 grados de calor...
Cuando yo era pequeña recuerdo que mi vecina Araceli me hizo un disfraz de india con una tela de ante , y fui yo tan guapa a los carnavales con mis dos largas trenzas rubias y mis flecos...
Como nos parecemos bastante...al ver a Carlos así vestido... me recordé de esos días soledados de febrero,fríos , pero cálidos en mi memoria.
Ahora ando buscando una tienda de gran jefe indio para que ambos podamos jugar este invierno.
Y hacer...el INDIO.
Buen fin de semana.
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