martes, 31 de agosto de 2010

VELOZ


Estos días voy a mil y no puedo parar, como dice una canción.


Trabajo extenuante y más en casa.


Estas flores se las regaló, en ramo, una veintena, Carlos a su abuela y ahora mismo decoran su entrada.
Había un campo lleno y fue idea suya recogerlas para su abuelita mientras su padre lavaba el coche.


Un beso. Perdón por la brevedad
Por cierto, se parecen a esas flores del desierto que decoran nuestro blog, no?

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