lunes, 30 de agosto de 2010

Compartiendo






No soy muy asidua al café. Me reconozco como alguien que le gusta disfrutar del té e ir descubriendo nuevos sabores, pero el otro día sucumbí a la tentación de tomarme un café, pero un café vienes, con harta crema y chocolate en polvo arriba.
Traté de tomar la taza y me encontré con un bigote blanco en mi boca! que gusto!, el sabor dulce de la crema y el fondo aromático del café. Estaba muy a gusto disfrutándolo y también de la grata compañía. Hace bien ver a los amigos, especialmente a los que uno conoce desde hace años y que la entienden a una. No basta hablar mucho para saber cómo está el otro. Me gusta volver a reír, a que me escuchen, a comprender al otro.
Lo mismo me sucede con las brujas que quiero. Tengo unas a kilómetros, como tú Marisol, como Francia con su vida en Santiago... pero también están otras lindas y grandes que las veo seguido... como a la "negra" hoy en el gimnasio. Fue un abrazo grande, cortito... pero que me emocionó.

Te dejo la foto del perro y el gato regalón... la vi y simplemente me gustó.
Para que te rías!

No hay comentarios:

Publicar un comentario