martes, 23 de noviembre de 2010

Sentimientos


Anoche viví una situación muy especial con mi hijo, de esas que te dejan noqueada, sin palabras.

Hora de acostarse, después de leerle su cuento. Su padre todavía no había llegado a casa y me pidió que en cuanto llegara subiera a darle un besito.

-De acuerdo, se lo digo a papá

-Y a la abuela...huy..no, que no está...¿Y el abuelito?

-Vale, se lo digo

-Mamá, que no, que quiero que venga el abuelito del cielo

...

Y se echó a llorar desconsoladamente. No con la típica rabieta infantil. No. Con sentimiento.

Y ahí me tienes a mí, derrumbada por dentro, y explicándole que no puede ser. Y me rompió el corazón


-¿Porque tiene alas y está en el cielo?

...

¿Cuándo va a venir, mamá, porque yo quiero que venga mi abuelito?

Una se tiene que tragar lo que no puede y animarlo y decirle que tiene que reirse siempre porque lo ve desde dónde esté...y yo qué sé cuántas cosas... y después de toda mi reflexión, y abrazarlo para que se calme, me suelta:


-Yo quiero que venga aquí, quiero a mi abuelito


-Y yo, cielo. Lo abrace fuerte y en un minuto estaba profundamente dormido


Estas han sido sus primeras lágrimas de verdad y fueron para mi padre....

Por algo pienso yo que no soy más que un eslabón entre mi padre y mi hijo.

La vida te sorprende a veces con un círculo mágico. Aunque sean sueños.
Yo nunca me cansaré de soñar. Siempre hay algo que perseguir.

Un beso.


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