Llevamos unas semanitas cargados de trabajo, en exceso, tanto en casa como en la oficina...En el horizonte se vislumbran muchos cambios en lo laboral y estamos a la espera de novedades que nos van anunciando con cuentagotas y apuntan a un verdadero vendaval que se colará por el edificio más pronto que tarde y lo removerá casi todo...
La verdad, tengo ganas de cambios...llevo demasiado tiempo haciendo lo mismo y empiezo a notar hartazgo...Me gustaría hacer cosas nuevas, aunque siempre relacionadas con el periodismo pero también con la literatura, que me apasiona. Hace apenas unos minutos lo comenté con amigas y me falta un impulso pero tendría que moverme y buscar nuevos caminos...Sin riesgo no se consigue nada.
Entretanto, aquí sigo, y que no falte.
Llega noviembre un mes raro...confuso...en el que ves que caducan los propósitos que te hiciste a principios de año...el verano aún está próximo y el nuevo año a la vuelta de la esquina...acechando.
En tu hemisferio, en noviembre empieza la primavera, el renacer, pero aquí el frío empuja poquito a poco...aunque, siendo optimista, y mirando el vaso medio lleno... a mediodía luce un magnífico sol de otoño caliente.
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