lunes, 14 de febrero de 2011

SMS, el mensaje impersonal






Estoy asombrada de la velocidad en que los adolescentes de hoy teclean en el celular los mensajes. También , debo reconocerlo, no puedo acostumbrarme a ese seudo lenguaje distorsionado y con faltas de ortografía... y cada día que pasa tampoco me está gustando recibir mensajes de texto.
O me vino el viejazo, o es que sencillamente prefiero escuchar la voz de la otra persona. Es tan distinto llevar una conversaciòn, acompañada de risas, murmullos, expresiones de asombro... poder saber el estado de ánimo de tu interlocutor gracias a esos matices tan maravillosos del sonido.
Y encuentro tan impersonal leer las palabras, aunque a veces vayan acompañadas de caritas sonrientes o con lentes puestos. En cambio ver el nombre en el celular de alguien que llama, es muy diferente. Poder contestar, darse unos minutos para hablar, marca una gran diferencia.
Se que por el ajetreo diario y los costos de las compañías de celulares, muchos recurren al SMS, al chat por la blackberry, al facebook, o a otras plataformas. Todos hemos caído en eso. Según las estadísticas, los jóvenes envían un promedio de diez sms por hora, es decir unos tres mil mensajes al mes. Y entre el 2007 y el 2009 las conversaciones telefónicas disminuyeron casi en un tercio, porque la gente prefiere enviar los sms en vez de hablar. Las compañìas de seguros de accidentes, reportaron que cada año, se producen 1.4 millones de accidentes automovilísticos producto que las personas utilizaban su celular mientras conducían, y de esos, doscientos mil fueron enviando mensajes de texto.
Los datos curiosos?, siempre hay. Los mayores de 25 años encuestados reconocieron en un 24% que envían sms mientras están en el baño y en un 49% mientras comen. En cambio los jóvenes bajo esa edad apenas alcanzan un 12% en el primer caso y un 27% en el segundo, contrastando en cambio con el "sexting" que se llama al envio de sms de caracter sexual, donde las cifras suben, especialmente en el rango de los 17 y 18 años, donde un 40% confesó haber enviado contenidos de esta naturaleza, incluso fotografias desnudos o semidesnudos de ellos mismos.
Todo impersonal.
Por eso, sigo prefiriendo el escuchar al otro. Y si, se da la posibilidad de hacerlo en persona, mucho mejor!

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