martes, 4 de enero de 2011

Tu casa, el escenario más feliz









Es un artículo que escribí para una publicación estas navidades, y que aquí reproduzco cuando ya nos quedan sólo dos días para dar por concluidas las fiestas. Las fotos son propias. Las galletas son obra de mi cuñada, Amparo, y estaban riquísimas.


Desde la fachada, las puertas y ventanas, a los interiores más cálidos. Te ofrecemos propuestas para decorar tu casa y hacer que los niños disfruten de un ambiente mágico, un escenario de cuento. Un cuento de Navidad, muy personal. Tú eliges: acogedoras, algo bohemias, un poco rústicas…Haz de cualquier rincón una alegoría invernal.

Cada año por estas fechas pensamos cómo decorar nuestra casa de cara a las fiestas que se avecinan, especialmente si tenemos pequeños porque es indudable que son ellos los que más disfrutan de este tiempo de reencuentros, reuniones, de ilusiones. Para crear atmósferas únicas e inolvidables más que presupuesto necesitamos llenar el alma de infancia.

Hazles partícipes de todos los preparativos porque también forma parte de la fiesta. Permíteles que se expresen y llenen los espacios con pinceladas de color y calor.

Decorar el árbol es un auténtico placer para ellos, especialmente si lo vestimos con figuras repletas de color: bolas, estrellas, corazones y peluches. Prueba a montar un árbol multicolor, a recrear el ambiente infantil en el que mejor se desenvuelven. Rojo, amarillo, azul, verde, y mézclalos con sus juguetes favoritos.

¿Qué es lo que más le gusta a la mayoría de los niños? Las chuches, ¿por qué no llenar el árbol de guirnaldas de caramelo o deliciosas galletas? Quedará muy lucido y tentador. Siempre se corre el riesgo de que el árbol se vacíe antes de que concluyan las fiestas. Combínalos con frutos de invierno, con cítricos deshidratados, castañas, higos…Échale imaginación y arriesga.

Pon pequeños detalles por toda la casa y no te limites a decorar las zonas sociales como la cocina, la entrada o el salón. Traslada también la fiesta a los cuartos de los niños con luces y sencillos motivos como cojines temáticos, peluches o una simple guirnalda de luces. Se quedarán mudos si enmarcas su ventana con una guirnalda de luces y estrellas, y en la repisa colocas piñas, bolas y juguetes.

No es necesario gastarse mucho para conseguir un ambiente acogedor. Si tu presupuesto es ajustado, y los niños tienen más de 4 años, organiza un pequeño taller de trabajo y verás qué resultados. Utiliza cartulinas de colores, y telas vistosas. Y por su puesto, utiliza adornos antiguos. Recicla. Lo usado tiene un plus sentimental. Un baúl repleto de nostalgias que se incrementa cada año.

Y si vives en el campo…llena tu casa de los aromas del bosque y juega con tus hijos a pequeños exploradores. La naturaleza te aporta numerosos elementos. Recorre el bosque con tus pequeños y recolecta bayas rojas con las que hacer ramilletes o coronas. Los respaldos de las sillas lucen preciosos con coronas realizadas con laurel o hiedra fresca. Utiliza rafia o cinta de saco para enrollar. Hay miles de ideas. Descúbrelas tú mismo. Ellos pasarán una tarde muy divertida recogiendo muérdago, musgo o piñas y esa fragancia lo impregnará todo. Y recuerda que el rojo y el verde es una combinación clásica que nunca pasa de moda.

Que no falte fuego en la chimenea. El calor y el crepitar de las llamas conseguirán ese plus de calidez. Una verdadera alegoría invernal.

No podemos olvidarnos de la mesa. Podemos ser más o menos religiosos, poner árbol, nacimiento o nada, ser más de Papá Noel o pro Reyes Magos pero lo que está claro es que estos días lo que hacemos todos es compartir una comida especial con nuestros seres queridos, así que es importante sacar la vajilla de la abuela, el mantel de hilo, abrillantar la cubertería y darle a la mesa un toque especial que la haga diferente al resto de los días del año.

Estaréis de acuerdo en que la decoración, los detalles y la luz son importantes, pero el ambiente y las sensaciones que emite una casa están muy determinados por su olor. Desde los países nórdicos llegan las galletas Gingerbread, un dulce hecho con gengibre y azúcar, que son la base para las navideñas gingerbread houses, casitas hechas con esta galleta y una variedad de coberturas y golosinas. Se basan en el cuento de Hansel y Grettel. ¡Los niños querrán una casa así pero para vivir!

Deja que tus peques ejerzan de chefs, que horneen contigo galletas o bollos, y conseguirás que ese olor en el futuro les transporte siempre a la edad dorada de su más tierna infancia, donde todo son sueños e ilusiones.
Y el broche perfecto para cualquier escenario navideño: un gran manto de nieve, que lo cubra todo…que anule el tiempo… Yo no sé que tiene la nieve que siempre es un presagio de felicidad.

Feliz Navidad a todos.

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