miércoles, 14 de septiembre de 2011

Regalos



Desde el cumpleaños de mi hijo, de 5 años, llevo dándole vueltas a la cabeza sobre este tema, pensando en la cantidad de regalos que ofrecemos a los niños de hoy...y reflexiono tanto sobre la calidad como sobre la cantidad. Por mi experiencia, por lo que veo en mi entorno, en los cumples de otros pequeños...me pregunto: ¿no será excesivo?



Les regalamos tantas cosas que cuando los reciben viven como una especie de aturdimiento. No les da tiempo a valorar cada juguete porque, inmediatamente después de recibirlo, ya le estaban entregando otro. Demasiada saturación y ansiedad...tanto para el niño como para los padres...Al final, no se detienen en nada, salvo en el que les ha gustado más, el único al que hacen caso mientras que el resto allí sequeda...para los restos...



Olvidamos lo esencial, y lo hacemos todo compulsivamente...ya no disfrutamos ni le dedicamos tiempo a elegir con mimo el regalo. Habrá que detenerse un poco y evitar estos excesos para que los niños aprendan a disfrutar más, y no se limiten a desencantarse de casi todo una vez rasgado el envoltorio.


Ojalá jueguen mucho más en la calle, al aire libre. Más imaginación.

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