
El jueves me voy de vacaciones hasta el próximo año...¿a qué suena bien?
El domingo que viene estaré relajadamente en mi casita del pueblo y ojalá pueda ver la nieve a través del cristal. Es un pequeño deseo. Hace 8 años, y lo recuerdo perfectamente, el día de Navidad cenamos los cuatro: mi padre, mi madre y nosotros dos. Nevaba copiosamente, y L y yo decidimos salir a disfrutar de la nieve, sacamos a las perras a pasear por un pinar mientras caían copos de nieve enormes. Volvimos a casa con la ropa empapada, nos pusimos el pijama y nos quedamos los 4 viendo cualquier cosa en la TV. Luego llegaron también mi hermano y su prole. Un momento que puede parecer corriente, pero que es uno de esos recuerdos que guardas como oro en paño y que hoy comparto. Fue único e irrepetible. Nunca volverá a nevar tan bonito como aquella noche.
Un beso
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