lunes, 28 de noviembre de 2011
La edad del Pavo
¡Còmo alguien puede pasar de estar deprimido, y pensar -a mi me tienen que pasar las peores cosas del mundo- a risotadas anchas y felices por que si?
Creo que no soy la única madre que se pregunta esto cuando un hijo empieza a asomarse a la edad del pavo.
Creo que tendrè que leer lectura especializada en el tema, porque a estas alturas a veces siento que el ascenso a la montaña se me hace díficil y ... eterna.
A veces en cambio tengo un ángel de hijo, amoroso hasta los poros, (que nadie vea a metros de distancia, eso sì, tal demostración afectiva)...
Hoy ha sido unos de esos días de estar en la cima de la montaña rusa. Que cambios de personalidad Dios mio!
un abrazo.
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