Desde entonces, han pasado cosas regulares, buenas, malas y malísimas, pero ese día sobrevive en mi mente como un día lleno de luz y alegría, y lo recordaré siempre. No cambiaría absolutamente nada de aquella fecha calurosa regada de tanta ilusión.
La vida es como una noria, arriba o abajo, no te puedes apear en marcha.
Sigue y sigue girando, y así un año más.
Las fotos son del viaje a Málaga, la playa sólo estaba así a primera hora de la mañana, pero como los niños son tan madrugadores...pudimos disfrutar de momentos de calma como éste.
Besos
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